Inspirar y nutrir el espíritu humano: Una persona, una taza y una comunidad a la vez.
Una vez tostado, el café comienza a perder sabor al quedar expuesto al aire y la humedad; esta pérdida se acentúa a medida que se prolonga la exposición. Te recomendamos que lo compres una vez por semana, lo guardes en un envase hermético en un lugar fresco y alejado de la luz, y que lo muelas justo antes de prepararlo. El café de un envase FlavorLock™ sin abrir permanecerá fresco varios meses.
Nuestra tecnología FlavorLock™ exclusiva utiliza una válvula unidireccional especial. Por ella, puede salir del envase hermético el dióxido de carbono liberado por los granos de café recién tostados, pero no permite la entrada del oxígeno que le arrebataría su sabor. Todo el café Starbucks que se vende en nuestros envases FlavorLock™ de 225 y 450 g se envasa herméticamente en ellos antes de que transcurran dos horas de su tueste, para que permanezca fresco hasta que lo utilices.
Para lograr un sabor de café con la máxima frescura, recomendamos como siempre utilizar granos enteros y molerlos en el momento para cada cafetera. Pero si lo prefieres, puedes llevar el café en grano a tu tienda más cercana y solicitar que te lo muelan a tu gusto.
Las cafeteras de filtro funcionan mejor con la molienda universal que se utiliza en los cafés molidos, o bien con una especial para filtros de fondo plano o cónicos. En todas las tiendas Starbucks se puede moler café conforme a esta especificación. Las cafeteras espresso requieren una molienda particular muy fina, obtenida en un molinillo de cuchillas entre 30 y 35 segundos. Cuando el agua sale demasiado despacio o rápido, a menudo se debe a una molienda demasiado fina o gruesa, al uso de granos de café espresso congelados o refrigerados, o a un prensado excesivo o insuficiente del café.
© 2024 Starbucks Coffee Company. All rights reserved.